En un procesador de alimentos ponemos la harina, el azúcar y la mantequilla bien fría cortada en cubos. Con la pala vamos mezclando hasta conseguir una especie de "migas".

A partir de ahí vamos añadiendo agua fría a cucharadas poco a poco y batiendo entre medias hasta conseguir una masa apelmazada y compacta.

La sacamos a la encimera y formamos con ella una bola, la cubrimos con film transparente y metemos al frigorífico al menos un par de horas o hasta 4 días.

En un cuenco, ponemos las cerezas deshuesadas y cortadas en mitades, el azúcar, el limón y la Maizena. Removemos bien y dejamos reposar una media hora.

Sacamos la masa del frigorífico y colocamos sobre un papel de horno y con otro encima y comenzamos a estirar poco a poco con la ayuda del rodillo. Vamos estirando hasta conseguir una masa con un grosor de medio centímetro de manera que nos quede de forma redonda pero respetando los bordes rústicos.

Precalentamos el horno a 180º

Rellenamos con las cerezas maceradas en la zona del centro dejando un borde de tres dedos de ancho que a continuación iremos doblando sobre el relleno, cerrando el círculo. Recordad que la masa debe estar muy fría mientras la manipulamos. Si la masa se nos va ablandando, siempre iremos ayudándonos de minutos de nevera para que se vuelva a enfriar.

Una vez montada la Galette, pintamos los bordes de masa con el huevo batido con agua y espolvoreamos un poco de azúcar a gusto.

Horneamos durante 45 minutos o hasta que veamos que la masa está dorada.

Servir aún tibia y con una bola de tu helado favorito!!!