Precalentamos el horno a 175º. En el bol del robot (tipo KA) con la pala puesta (si no disponemos de este procesador de alimentos (la batidora eléctrica con los ganchos de amasar te servirán también), batimos la mantequilla blanda y el azúcar a velocidad media durante aproximadamente 1 minuto.
Sacamos la masa a un papel de horno enharinado, formamos una bola y con un rodillo también enharinado, vamos estirando la masa hasta conseguirla de un grosor de 5mm. A continuación mejor meterla unos 15 minutos en el frigorífico, para que al manipularla esté bien fría.
Con un cortador redondo de galletas (o de la forma que más os guste vamos cortando los círculos y colocando sobre una bandeja forrada con un papel de horno. Si vemos que ya se ha atemperado durante el corte, volvemos a meter al frigorífico. La masa debe de estar bien fría antes de meter al horno. Horneamos durante unos 20 minutos o hasta que veamos que los bordes comienzan a dorar.
Sacamos la bandeja del horno y dejamos que se enfríen antes de tocarlas. Estas galletas nos durarán crujientes y sabrosas durante una semana si las guardamos en un bote hermético. Veis que fácil?? ;)