Una receta increíble para los amantes del chocolate! Las notas del caramelo salado lo hacen irresistible! Es una receta fácil y sin complicaciones, solo necesitamos un chocolate de calidad y paciencia mientras enfría en el frigorífico ;)
Para esta receta he utilizado el chocolate de Simón Coll al 60% de cacao con toque de canela. Pero podéis utilizar otro chcolate para repostería que tengáis a mano, o incluso un chcocolate con leche si lo preferís menos fuerte de sabor.
En un cazo mediano, vertemos la nata líquida y la llevamos a ebullición. Durante ese tiempo y en otro cazo preparamos el caramelo con el azúcar y una cucharada de agua a fuego fuerte hasta que el almíbar comienza a dorar.
Apartamos del fuego una vez ha adquirido un todo ámbar y con MUCHO cuidado de no quemarnos, sin que nos salpique, ni nos rebose, vertemos muy poco a poco la nata hierviendo en el caramelo. Mezclamos bien hasta obtener una crema homogénea. Dejamos que temple unos minutos y añadimos la mantequilla a trozos.
Volvemos a poner el cazo a fuego lento y removemos para que la mantequilla se funda. A continuación añadimos el chocolate troceado dejando que funda unos instantes sin remover y seguidamente removemos bien hasta que quede todo bien mezclado.
Separamos ahora las yemas de las claras, batimos ligeramente las yemas y las añadimos a la mezcla del chocolate y removemos. Montamos las claras a punto de nieve con la pizca de sal y una vez las tenemos bien firmes, las añadimos cuidadosamente a la mezcla del chocolate, removiendo con movimientos envolventes ayudándonos de una lengua o espátula
Una vez bien integrados todos los ingredientes, la vertemos en los vasitos o recipientes donde la vayamos a servir. Cubrimos bien con un film transparente cada uno de los vasitos y al frigorífico durante un mínimo de 6 horas, o incluso toda la noche.
Yo los he decorado con unos Nibbles de Cacao de Simón Coll, pero podéis decorar como más os guste!