La mermelada elaborada con los tomates de temporada que justo tienen su sabor más intenso es deliciosa e irresistible. Se elabora fácilmente y con tan solo tres ingredientes y en unos minutos de cocción la tendrás lista para envasar!
Primero lavamos bien los tomates y realizamos un corte en forma de cruz en la superficie para escaldarlos en agua hirviendo durante un par de minutos, así podremos pelarlos con mayor facilidad. Tendremos que decidir si queremos sacarle las pepitas o no. A mi personalmente no me importan, una vez cocinada la mermelada son completamente imperceptibles.
Una vez escaldados, cortamos los tomates en cuatro y los ponemos en una olla o cocotte, añadimos el azúcar y el zumo del medio limón.
Ponemos a fuego fuerte y en cuanto comience a hervir, bajamos el fuego a temperatura media y lo dejamos unos 40-45 minutos mientras vamos removiendo, o hasta que veamos que espesa ligeramente.
La temperatura que adquiere la mezcla es alta, así es que aún veremos la textura algo líquida por efecto del azúcar y los jugos del tomate, pero al enfriar espesa, así es que no debemos preocuparnos. Para comprobar si hemos conseguido el punto adecuado de cocción, ponemos en un plato frío una cucharada de mermelada de tomate, si se mantiene sin desparramarse, estará lista.
En estos momentos el tomate ya estará muy deshecho, pero si aún la queremos con una textura mas suave y sin tropezones, sencillamente la pasamos por el pasapurés o colador chino y nos quedará una mezcla más suave.
A continuación envasamos en nuestros tarritos herméticos, o si lo preferimos también podemos envasar en tarros aptos para envasado al vacío para que los podamos mantener de fondo de despensa.