Una crema caliente y reconfortante de brócoli y espinacas para recargar tus defensas.
Precalentamos el horno a 180º
Escaldamos las espinacas durante un minuto en abundante agua hirviendo con sal.
Calentamos el aceite en una olla tipo cocotte y ponemos el puerro a pochar y una vez está transparente añadimos el ajo picado y el apio.
Añadimos las patatas peladas y troceadas, la manzana (troceada y descorazonada pero con piel) y el agua filtrada BRITA (quizás empezamos por 1/2 litro y vamos añadiendo según veamos necesario). Cuando arranca a hervir bajamos el fuego y cocinamos unos 5 minutos.
A continuación añadimos el brécol y ajustamos de agua si lo vemos necesario. Cuidado de no pasarnos, preferible añadir al final que dejarla muy liquida. Dejamos que a fuego lento se sigan haciendo durante otros 7 - 8 minutos más o hasta que veamos que todo está tierno pero no deshecho.
Mientras en una bandeja de horno colocamos las hojitas de kale bien limpias y aún algo húmedas. Rociamos con un chorrito de aove y sal en escamas y metemos al horno unos minutos hasta que veamos que se van tostando quedando crujientes pero no quemadas. Las sacamos a un papel absorbente y reservamos para decorar nuestra crema.
Finalmente agregamos las espinacas escaldadas, salpimentamos a gusto dejamos un minuto más al fuego y apartamos.
Pasamos la sopa por la batidora hasta obtener una crema homogénea, fina y sin grumos. Ahora podemos volver a ajustar de liquido si lo viéramos necesario. Añadimos la ralladura de limón para aportarle ese toque cítrico ahora y removemos bien.
Servimos en los cuencos individuales y decoramos con las semillas en este caso yo he utilizado semillas de chía y pipas de girasol además de las deliciosas chips de kale!
TRUCOS: