
Esta cantidad es para comerlas como entrante o aperitivo, para plato principal habría que duplicar cantidades.
Preparamos las alitas de pollo, para mayor facilidad a la hora de comerlas, mejor trocearlas por la mitad y quitar las puntas de las alas pero sin retirar las pieles. Poner en un cuenco grande con pizca de sal y pimienta.
En un bol mezcla todos los ingredientes (menos el pollo) y batir con las varillas manuales hasta que queden bien integrados. Separamos 1/3 de la salsa, tapamos y reservamos en el frigorífico.
Añadimos a las alitas de pollo los 2/3 de salsa y remover bien para que todo quede bien cubierto, cubrimos con un film transparente y metemos al frigorífico a macerar durante un par de horas.
Precalentamos el horno a 220º o prepara barbacoa hasta que solo queden las brasas encendidas sin llamas.
Llegado el momento de hornear, colocamos las alitas de pollo separadas unas de otras en una bandeja de horno, todas en una capa para que queden bien hechas. Si las haces en la barbacoa, las colocas en una rejilla con cuidado de no acercar mucho a las brasas, son pequeñas y se hacen enseguida.
Cocinamos durante unos 20 minutos dándoles una vuelta a mitad de asado. Dejar unos mitos más si vemos que no están bien tostadas y crujientes las pieles.
Retiramos del horno/ de las brasas y servimos en una bandeja. Con una brochita de cocina, vamos pintando cada una de ellas con la salsa restante que habíamos reservado. Decoramos con unas hierbas frescas y una pizca más de chile en polvo a gusto!
Servimos inmediatamente.